Formación de idiomas en equipo, ¿la aprovechas?
La formación de idiomas en equipo debe ser un objetivo SMART: específico, mensurable, alcanzable, relevante y temporal.

Si alguna vez has organizado alguna formación de idiomas en equipo en tu empresa, te habrás encontrado con la siguiente situación:
Organizas un grupo de 8 personas, pero siempre ves solo a 2 o 3 en cada clase. Acabas la formación y ves que solo una o dos personas han asistido a más del 75% de las clases y los demás alumnos tienen un índice de asistencia del 30 o 40%. Tras esto, te planteas si merece la pena organizar una formación de varios meses y participantes, con todo lo que esto supone, si al final solo un par de personas van a asistir y aprovechar esta oportunidad.
Casi todas las empresas con las que trabajamos nos explican el mismo problema al hablarnos de experiencias pasadas. A lo que siempre respondemos con los dos motivos más frecuentes y la solución que planteamos:
1. MOTIVACIÓN
Sacar varias horas a la semana para dedicarlas a formación de idiomas es algo que solo se puede hacer y mantener a largo plazo si el alumno encuentra en sus clases la motivación necesaria para acudir. Hay dos elementos principales que garantizan esto:
1.1 El formador
Cuando asignamos un formador a un alumno o grupo de alumnos, esta persona va a pasar varias horas a la semana con ellos durante al menos unos meses, en algunos casos años. ¿Esto qué implica? Que los alumnos tienen que ver a esta persona como alguien que les transmite energía, cercanía y dinamismo. El formador debe ayudarles a querer participar. La clase debe ser un entorno en el que el alumno aprenda habilidades útiles, pero también un entorno en el que esté cómodo y relajado. Si un alumno no se siente seguro, no participará, y en este caso continúe o no acudiendo a las clases (en muchos casos las abandonarán) la formación no le habrá sido útil.
Por esto, nuestros formadores siempre se encargan de crear un ambiente de aprendizaje en el que todos los participantes se sienten cómodos, seguros y con ganas de participar y aportar sus ideas. La correlación entre formador/porcentaje de asistencia y resultados finales es clara y eficaz.
1.2 Personalización
El plan formativo tiene que estar adaptado a las necesidades de los alumnos, para que estos puedan ver claramente la utilidad del curso y los beneficios que sacarán de este. (Puedes leer más detalles en el post sobre personalización)
2. TIPO DE FORMACIÓN
El otro factor que va a repercutir en la asistencia y aprovechamiento de estos cursos es saber elegir el tipo de formación que cada alumno necesita. Abrir un grupo presencial es una gran opción si todos los alumnos tienen un nivel similar, son de departamentos con necesidades similares y tienen un horario de trabajo fijo que les permite comprometerse a ir a clase todas las semanas a la misma hora. Pero, ¿qué ocurre cuando la situación no es así de específica y perfecta? Aquí es cuando varios elementos van a influir en la asistencia. Vamos a mirarlos uno por uno:
2.1 Niveles:
Este es el factor que la mayor parte de las empresas conoce y suele ser el que más tienen en cuenta. Los alumnos de un grupo deben tener un nivel de partida similar. Si en un grupo de nivel de partida intermedio se incluye a una persona con nivel más bajo, esta persona acabará frustrada e insegura y, en muchos casos dejará de acudir o seguirá acudiendo, pero sin participar. Por ello, con todos nuestros servicios incluimos de forma gratuita las pruebas de nivel individuales para todos y cada uno de los participantes de la formación, porque sabemos que este es un elemento clave que repercutirá en los resultados finales de la formación.
2.2 Necesidades:
Este factor suele pasarse por alto en la gran mayoría de los casos. Si bien es cierto que, al trabajar en la misma empresa, habrá ciertas funciones y vocabulario que todos los alumnos tendrán en común, también hay que tener en cuenta que el departamento de marketing va a necesitar unas funciones y habilidades muy distintas a las de, por ejemplo, un jefe de proyecto.Cuanto más similares sean las funciones o departamentos de los alumnos en cada grupo, mayor nivel de personalización se podrá alcanzar para todos.
¿Cómo podemos adaptar el tipo de formación para conseguir que los grupos estén formados por alumnos con niveles y necesidades lo más similares posibles? Una buena opción podría ser, por ejemplo, abrir grupos online en lugar de presenciales. ¿Por qué? La respuesta es simple: si tenemos varias oficinas y abrimos un grupo en cada oficina, va a ser más complicado que todas las personas de cada oficina tengan un nivel similar y unas necesidades parecidas. Por el contrario, si abrimos grupos online y no los dividimos por oficina, sino por nivel y necesidades, podremos tener personas de distintas ciudades en el mismo grupo sin que la distancia sea un impedimento.
2.3 Disponibilidad:
Hay departamentos en los que los horarios son siempre los mismos y las personas trabajan siempre en la misma oficina, con lo cual adaptarse a los horarios fijos que requiere una clase grupal no es problema. Pero, como sabemos por experiencia, no todos los departamentos y puestos son así. En departamentos como, por ejemplo, el de ventas, los comerciales viajan mucho, se desplazan según sea necesario cada día y adaptan en cierta medida sus horarios de trabajo a conveniencia del cliente. En estos casos, una buena opción para asegurar el aprovechamiento de los cursos, sería ofrecer clases online particulares con horario flexible, de modo que, semana a semana, cada alumno hable con su formador para fijar la clase en los huecos disponibles que tenga. Así, la asistencia se puede garantizar, sin exigir condiciones imposibles para personas en estos puestos.
Al analizar todos estos factores, desde Fiftyone os podremos ofrecer varios planes formativos con combinaciones de diversos servicios para adaptarnos al 100% a la estructura y ritmo de tu empresa, asegurando que, al finalizar la formación, podrás ver una mejora radical en la asistencia y aprovechamiento en comparación con experiencias anteriores.