¿Cómo es un proceso de traducción?

La metodología de trabajo empleada en cada servicio es el medio por el cual garantizamos la calidad del mismo

Para fiftyone cualquier encargo de traducción es importante para nosotros, desde un manual de instrucciones hasta los subtítulos de una película taquillera, pero ¿qué pasos seguimos en Fiftyone para que la calidad sea la que espera el cliente en el proceso de traducción?

El primer paso, y para nosotros uno de los más importantes, es escuchar al cliente. Sí, escuchar. A veces, se nos olvida que detrás de cada proyecto hay personas con necesidades específicas. Lo primero que hacemos en Fiftyone es una videollamada con el cliente para que nos conozca en persona, nos cuente qué necesita traducir y nos haga llegar cuáles son sus necesidades. Tras esta primera reunión, el proyecto pasa a ser responsabilidad de uno de nuestros gestores de proyecto. Esta persona es la que se encarga del proyecto desde que recibimos el material hasta que se lo devolvemos traducido al cliente.

El siguiente paso es recibir y revisar el material para posteriormente enviarle el presupuesto al cliente. ¿Para qué hacemos esto? Para asegurarnos de que todo está en orden y no hay sorpresas de última hora porque falta un documento, al cliente se le ha pasado enviarnos alguna información relevante, etc.

Una vez que el cliente acepta el presupuesto, nos ponemos manos a la obra. Estudiamos el material y elegimos a la persona encargada de la traducción según su especialidad. ¿Qué significa esto? Esto significa que en Fiftyone contamos con diferentes traductores, cada uno con sus especialidades. Si el proyecto que hemos recibido es la traducción de una página web, lo ideal sería que lo traduzca alguien con experiencia en ese ámbito. O, por ejemplo, si nos llega un documental sobre un equipo de fútbol, lo ideal es que se encargue alguien que entienda del tema. Así conseguimos una mejor calidad del producto final. Como decimos en Fiftyone, la riqueza está en no ser estándar.

Cuando ya tenemos asignada la traducción, ya solo queda esperar a que la persona encargada haga su magia traductora y nos devuelva el mismo documento en otro idioma. Una vez recibido este documento, llega la hora de las revisiones. Y no, no lo revisamos porque los traductores no sean profesionales y no hagan bien su trabajo. Lo hacemos porque 4, 6 u 8 ojos ven más que 2. Si ya de por sí hacer una traducción es un trabajo arduo, tener que estar atentos a todos y cada uno de los detalles lo es aún más. Por eso hacemos una revisión completa de la traducción. Así nos curamos en salud y corregimos esas comas, esos puntos y esas tildes que faltan.

Al terminar la revisión, el siguiente paso que realizamos es un control de calidad que nos asegure que el cliente quede 100 % satisfecho. Aquí entran parámetros como revisar que se han cumplido las instrucciones del cliente, una segunda revisión si es necesaria, comprobar el formato de los archivos y revisar que se cumplan los criterios de calidad de Fiftyone.

Después de revisiones, controles de calidad, maquetación y demás, pasamos a enviar el material traducido a nuestro cliente para que lo revise y pueda darle el visto bueno. Hay casos en los que nos piden que realicemos algún cambio y casos en los que nos dan el visto bueno. En caso de que todo vaya según lo esperado, damos por cerrado el proyecto y enviamos la factura correspondiente al cliente.

Por último, hacemos una última llamada al cliente para que nos comunique cómo ha sido la experiencia y que nos transmita cualquier queja, comentario o sugerencia. Toda información es bienvenida para mejorar.

Y esto, del proceso de traducción, es todo por hoy. Si queréis saber más sobre este tema o cualquier otro, aquí tenéis al equipazo de Fiftyone para resolver cualquier duda.

Os dejamos un link interno para que echéis un vistazo a los proyectos ya realizados por el equipo.