Día Internacional de la Traducción
El 30 de septiembre, día Internacional de la Traducción, se celebra la festividad de San Jerónimo, patrón de los traductores.
La celebración del Día Internacional de la Traducción es un claro reflejo de la magnitud que tienen los traductores a día de hoy en nuestras vidas. Los profesionales de la lengua desarrollan un papel fundamental en aproximar a individuos de diferentes nacionalidades, facilitar el diálogo entre dos o más partes, el entendimiento y colaboración entre personas con distintas lenguas.
¿Desde cuándo existe el Día Internacional de la Traducción?
Por los argumentos anteriormente mencionados, el 24 de mayo de 2017, la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución 71/288. En esta resolución se detallan las funciones de los profesionales lingüísticos en el establecimiento de vínculos entre naciones y la promoción de la paz, el entendimiento entre partes y el desarrollo de cooperaciones entre naciones enfrentadas. Por ello declaró de manera internacional el 30 de septiembre como Día Internacional de la Traducción.


No obstante, este proceso no fue todo lo rápido que a los traductores les hubiera gustado. La fecha fue promovida por la Federación Internacional de Traductores en 1991.
¿Por qué el 30 de septiembre para el Día Internacional de la Traducción?
Este día se celebra la festividad de San Jerónimo, traductor de la Biblia del hebreo y griego al latín. Además, es el patrón de los traductores. Es por ello que se rinde tributo a esta figura. Fue cura a noreste de Italia y tradujo gran parte de la Biblia y manuscritos del Nuevo Testamento. San Jerónimo falleció el 30 de septiembre del año 420 en las proximidades de la ciudad de Belén. Por ello la singularidad de esta fecha. De hecho existe una competición de traducción organizada por la ONU llamada el Concurso de San Jerónimo.
Un poco más sobre San Jerónimo
Eusebio Hierónimo, conocido comúnmente como san Jerónimo, pero también como Jerónimo de Estridón o, simplemente, Jerónimo, tradujo la Biblia del griego y del hebreo al latín por encargo del papa Dámaso I.
«Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo. Por eso es importante que todo cristiano viva en contacto y en diálogo personal con la palabra de Dios, que se nos entrega en la sagrada Escritura»
San Jerónimo
